jueves, mayo 04, 2006

Un festival de fraternidad sonora

Eran las 8:25 PM cuando se cerraba el primer festival de musica electrónica y nuevos medios en la universidad donde trabajo. Senti gran emoción, lo habiamos logrado, a pesar de la complejidad del festival con 12 grupos , 8 stands y más de 300 invitados.
ya habia organizado un concierto de música electroacustica el 2004 en la USB, me encanta organizar estos eventos pero desgastan. este año me desperté de nuevo con el deseo de hacer alguna presentación y poco a poco se convirtió en este maravilloso festival.
Es mucho lo que se puede contar de lo ocurrido, de los grupos, de la música. considero que la congregación de géneros como el rock, la electrónica de baile, el hip hop, el industrial, la electroacústica, el pop, el punk, el ambient, las músicas tradicionales del mundo y un sin fin de caminos recorridos durante más de 6 horas de música continua esa tarde, generó un espacio místico, trasparente, donde no solo estaban los criticos del arte contemporáneo, donde no solo estaban los rumberos sordos, donde no solo estaban los desprevenidos y los locos... donde estabamos todos.
El festival tuvo como bandera el arte y la creación libre. libre de empresarios hambrientos de producción, libre de dinero entre nuestros trueques. A nadie se le pago un peso por estar, participar o ayudar en el evento, ni se cobro nada en la entrada, tampoco hubo filtros ni para los artistas ni para los stands ni para el publico, aunque suene mamerto y repetitivo estuvo presente el "para todos todo".
Los cambios en el escenario eran realmente rapidos y apesar de algunos inconvenientes técnicos el sonido funcionó toda la tarde con potencia y claridad (gracias a estudiantes de últimos semestres de ingenieria de sonido de la universidad, llenos de carisma y ganas de participar). Los stands estaban conformados por seres que jamas se habian visto, seres de multiples dimensiones: mucho software libre, Linux, tesis y proyectos de investigacion sobre música, sonido, diseño, video, etc. prevención auditiva y hasta vegetarianismo y maltrato animal.
Todo esto reunido en una tarde curiosamente soleada de Bogotá, con el firme y honesto proposito, como nos lo compartio Israel (el invitado de mexico, virtualmente presente) de buscar espacios para reunirnos todos, no solo los que saben hacer música y la hacen "muy bien" sino también los que no saben y solo quieren participar y devenir parte de este ser.
pues para ser músico no necesitas que un certificado te lo diga, necesitas compartir tus sonidos al universo...