miércoles, noviembre 01, 2006

4X4 electroacústica comentada en el teatro Delia Zapata

El 12 de septiembre Ana María Romano presentó un concierto (Eduardo Bértola in memoriam) con piezas electroacústicas latinoamericanas (Caesar, maiguashca, Yafalián, entre otros). Recuerdo que al salir del concierto, mi primer comentario fué el de haberme sentido en un concierto de "clásicos electroacústicos", con algunas obras que me gustaron, pero que su "sonido no es actual" (cómo describir esto de una mejor manera?), lo que no lo hace negativo, de hecho resaltaría la pieza de Romano “Agujeros”, me pareció consistente y corta, lo cual no es muy usual en esta música. El siguiente concierto de este único [acompañado de un pequeño gesto de incomodidad] ciclo de música electroacustica en nuestra ciudad (parte del Colón electrónico) fue el de uno de los colombianos que más ha trabajado en este campo: Juan Reyes. Previamente uno sabe qué música va a escuchar, o por lo menos no espera muchas sorpresas, y así fue. Un concierto de momentos musicales muy especiales, muy técnico y sin lugar a dudas puro tape music a 4 parlantes. Interesante escuchar uno de los clásicos de nuestra música “las Meninas”, pero definitivamente “oranged” fue la obra que más me transportó. El 24 de octubre Rodrigo Restrepo presentó Pulsar y no pulsar. Tuve la oportunidad de participar en la primera pieza “3 en torno al ruido” junto a Mauricio bejarano. Usamos material “crudo” (muestras sin procesar – paisaje sonoro) y la idea era irlo trasformando hasta lograr un gran masa sonora (a 3 voces). Para mi gusto fue un momento muy delicioso de escucha. Por otro lado las pieza "Deshielo" es de las mejores composiciones que he escuchado ultimamente junto al final de la pieza "Pulsar y no pulsar". Un muy buen concierto con un Rodrigo más maduro y con una estética electroacústica más definida. Algo más racional de lo que nos tenia acostumbrados y dejando de lado un poco su pate intuitíva. Gris, el concierto de Mauricio Bejarano se presentó el 31 de octubre, con una propuesta fuerte, en la que participé en la primera pieza, de nuevo con Rodrigo y con Andrés Ñañez , esta vez usando material unicamente sintético y de nuevo desde pequeños eventos musicales hasta una gran contrapunto de ruido. Este ha sido uno de mis mejores momentos tanto como músico y publico, realmente lo disfrute. Una pequeña pieza de la hija de Mauricio (una esperanza) y un monstruo de 42 minutos de texturas donde curiosamente se reflejaban eventos con pulsos regulares (algo cercano a Ikeda).
En cada concierto se reflejaban unas posturas que me parecieron muestran lo que ocurre actualmente a nivel musical. Por un lado Bejarano advierte que su concierto no es musical, mejor, es un evento de arte sonoro y cinematofónico, sin embargo muy pocos dudan haber asistido a un concierto musical; por otro lado Reyes insiste en que es música y no sonido lo que el comparte, sin embargo, en su música se reflejan procesos más “técnicos que artisticos”. Restrepo comenta al respecto: “Música, sonido ruido o como lo quieran llamar” y plantea que lo que hacemos puede tener confrontaciones semánticas; Romano prefiere hacer un concierto conmemorativo, in memoriam, latinoamericano o histórico. Posturas. Diversidad.
En cada concierto se reflejaban momentos de tensión en los finales de las obras. Recuerdo que Romano recomendó aplaudir al final del concierto y parece que todos hubiesemos aplicado sus recomendaciones de ahi en adelante. Los silencios entre obras fueron intensos, seguramente para el público que asistía por vez primera, incómodos. Los programas de mano se caracterizaron por descripciones técnicas, biografías llenas de información innecesaria, poca creatividad (Bejarano el más creativo) y poco de otras informaciones que interesen más a la gente. Podría replantearse el programa de mano... (pensemos cómo). También en la escenografía, la posición de sillas, parlantes, músicos, habría que experimentar un poco más. Curiosamente Bejarano que nos tenia acostumbrados a una acusmática pura propuso una interesante puesta de luces blancas (y rojas).
Este año deja mucho que pensar acerca de los conciertos, de la música electroacústica o experimental en Colombia y del mismo festival. Creo que es importante lo que está pasando (por lo menos pasa algo) pero creo que es insuficiente. Hace falta un festival (s). Hace falta que se muestren propuestas más de borde (experimentales, fusionando otras músicas, etc) y también propuestas más tradicionales (como montajes de obras de compositores electroacústicos), por su puesto la participación internacional es clave, por el intercambio de ideas, y el apoyo a nuestros vecinos (Venezuela, Peru, etc.) me parece aún más clave, existen muchos jóvenes compositores experimentando muscialmente y con muchas ganas de mostrar su trabajo. Si se observan los festivales de Ars Electronica, Once, AFOEM, High Zero, KYTN, Sonar, Db festival, klangbad, etc. hay una riqueza impresionante de formas (y formatos) y hay un claro interés en nuevas propuestas. No con esto quiero decir que Reyes o Bejarano no sean nuevas propuestas pero.... fuera de Restrepo, quien? donde? cómo? (claro hay que tener en cuenta que este año se invitaron.... los compositores más reconocidos? creo).
Esperemos que algunas energías se junten en el lugar y el momento indicado e impulsen estas buenas ideas.